martes, 17 de julio de 2018

¡Josefina, si tiene huevos!


Cada mañana Julio recibe la bendición de su abuela y de su madre. Su abuela que es una católica devota y a la mera cepa. Pone la camándula en su frente y le hace el ritual como que si lo esta aruñando, pero no en realidad le esta encomendando a los santos habido y por haber, luego Julio como acto de fé agacha la cabeza para que su abuela le haga toda el ritual y el solo termina persignándose.
Termina el proceso de la abuela y sigue el de su madre Julia, que por cierto por poco le pone Julia al pobre Julio, por poco la secretaria del registro civil tuvo que echarle corrector a la letra a porque en el lugar que el nació, todavía las secretarias escriben a mano las partidas. Lo cierto es que por poco se salva que Julio se convierta en Julia. Pero bueno esa es otra historia para contar. Sigamos con la bendición de su madre, ella es evangélica o como dicen los católicos es protestantes o hermano separado. Su madre muchas veces se le adelanta en hacerle el ritual a su hijo Julio, pero muchas veces tiene que aguantárselas y ser la segundo. Pero el ritual de ella requiere un poco mas de sacrificio, porque le hace incarse, cerrar los ojos y Julio tiene que repetir lo que ella dice, al final de lo que ella dice tiene que terminar diciendo amen. Pero eso a Julio no le molesta, lo que si le molesta es que con el uniforme puesto tiene que hacerlo y muchas veces no se sacude el polvo, en otras ocasiones la mamá por estar “Hablando con Dios” se le va la honda y lo hace largo, por eso llega con la ropa sucia a la altura de las rodillas y disculpándose por llegar tarde, en otras ocasiones la madre llega y da su propia explicación, para que a el no se le diga nada por llegar tarde.
Lo mejor de todo es que las bendiciones de la abuela y de la madre y por supuesto que cada quien lo encomienda a su manera hacia Dios, al parecer no tienen eco en la mente y en las acciones de Julio, porque no hay día en que el no haga un desorden o algo que haga que a la maestra le saque de sus casillas. Este día fue uno de esos donde el pudo demostrar como ser un “niño talento” en hacer lo que le venga en gana, y argumentar sus acciones. Como estan las fiestas del pueblo, y el negocio es negocio y los negociantes no entiendan mas que el lenguaje de las ganancias, ellos cualquier cosa que les de ganancias, eso es lo importante. Lo cierto es que le ha dado por vender huevos (son huevos de gallina, que los rellenan con papel o cual quier cosa y luego los tapan, para que los niños se los revienten en la cabeza al otro) los cuales los compran a $0.05 y Julio como le gusta divertirse se gasta lo que le dan para comer en huevos y anda reventándole en la cabeza a media mundo, su mamá con su pobreza le da $0.50 eso le alcanza para diez huevos, ni uno mas, ni uno menos. Pero esta vez para ponerle un poquito de variedad, porque eso si lo sabe el negociante que el negocio hay que variarlo y diversificarlo, porque si no los cliente se nos van, y eso no es bueno y no le hace bien a nadie. La cosa es que en lugar de echarle papel les puso cenizas y le dijo que estos valían mas porque eran mejores y que le iban a gustar, pero el por ser cliente se los iba a dar a lo mismo. 
De nuevo Julio gasto los $0.50 en huevos se va y los distribuye en dos partes, una para el primer recreo y la otra para el segundo recreo. En la primera se la dedica a sus compañeros y ninguno de ellos reniega, al contrario le dicen que eso huevos estan mejores que los de papel. En el segundo recreo y ya con la felicitación de sus compañeros empieza estrellarle en la cabeza los huevos a las niñas, cuatro niñas para cinco huevos, a una de ellas le tocan dos, a esa que le tocan dos, tiene la mala suerte de que parte de la cenizas le cae en los ojos y como ella se quiso oponerse da un puntapié en el abdomen, por cierto sus compañeros le trataron de detener, aquellos mismos que le habían felicitado, pero que vieron que en ese momento se paso de la raya. Pero Joaquina, si Joaquina no me he equivocado al escribirlo y ella cuenta que esta orgullosa de ese nombre porque así se llama su abuelo que la ha criado. Joaquina muy molesta, pero tranquila no puso quejo, fueron sus compañeros que le contaron a la maestra orientadora, la que averiguo y a los dos castigó al uno por no respetar y a la otro por no darse a respetar. La historia continua porque después llego bien molesta la madre de Julio a reclamar que porque se lo habían castigado, si la escuela tiene la culpa por vender esas babosadas y las cipotas también no se dan a respetar, porque si ellas se dieran a respetar mi hijo no bromeara con ellas. Lo cierto es que esta es otra historia. Como siempre quedan mas preguntas que repuesta. ¿Tiene culpa la familia? ¿Tiene culpa la escuela por permitir esta clases de ventas? ¿Tiene culpa el por no obedecer indicaciones? ¿Le ayuda en algo el castigo? ¿Será que las bromas son bromas porque otros no ponen el límite y el otro no sabe diferenciar hasta donde debe de llegar? Por cierto Josefina es la vendedora que no se hace rica por la venta de huevos en la tienda escolar pero obtiene lo que ella llama sus sagrados alimentos. PD a Joaquina la llevaron al hospital por lo irritado des sus pupilas.

lunes, 9 de julio de 2018

El puto y la puta



Al inicio de la jornada le iba a dejar, al final las clases que era la medio día le iba a traer, eso hizo durante desde que su hija iba al Kinder, hasta que a mediado del año 2018 (cursando 7°) dejo de hacerlo de un solo golpe. Julia no tuvo mas que resignarse que ya no iba a llegar ni ha dejarle, ni mucho menos a traerle. ¿En que parte del camino se encotró con alguien que le interrumpió al amor a su hija? Mejor dicho de otra manera, ¿En que momento Juan decidió que ya no le haría compañía a su hija? El amor se va a otro nido dice el poeta, el amor no muera solo se va donde haya cobijo. Pero en ese caso Juan no supo diferenciar que estaba dejando el amor de Julia, que era el amor de un hija, un amor sin barreras y sin perjuicios, que a pesar de su cuerpo no esbelto, así le quería, porque el hijo quiere a su padre por ser el padre y no por la talla, y ni muchos menos el talle, y tampoco tenía buenos entradas ecómicas, vivía como dicen el refrán popular “Coyol quebrado, coyol comido”
Pasaron los días y Julia no se daba por vencida, sabía que un día regresaría y que su madre Justina, se lo recordaba, porque con esta era la quinta vez que se lo hacía. Que se iba con otra mujer, pero esta vez no era cualquiera, porque según Julia con la mujer que se había metido era una prostituta. Por lo menos ella le decía así porque su abuela Josefa, eso le decía que era una “Puta” porque en cuanto se metía con un hombre, luego se metía con otro y nunca se estaba con uno solo. Sucede que esa que le llaman Puta tenía nombre, pero es mas fácil llamarle así a alguien cuando te ha arranco el amor, cuando te lo ha ganado y el deseo a vencido al amor.
Su madre Justina enfermera de profesión y ama de casa por decisión en su interior quería que regresará, le quería perdonar, pero que hacer, que perdonar con alguien que lo hace una vez. Seguro le perdonas, alguien que lo hace una segunda vez, a lo mejor le disculpas. Pero ya hacerlo por quinta vez, y esta vez no solo dejar a la hija que sabés que es tu hija, por ir a criar a otros dos que bien sabes que no son tus hijos. Eso es lo que ha ido a hacer Juan, ir a criar los dos hijos que no son sus hijos y que Julia no acepta, pero dice que no puede hacer nada. Su compañera de séptimo grado una niña muy elocuente para su edad y un razonamiento que lo tiene alguién que no le ha dado muchos golpes la vida. Le dice en tono muy, firme y serio “El puede tener a otra mujer, pero es su obligación darte para la comida, mantenerte y ayudarte” “Debés ir a toparlo a la procuraduría” La Procuraduría es una sede del Estado en la cual los padres y en un 90% o mas las mujeres van a demandar una cuota alimenticia para los niños que le ha dejado el hombre. Julia le comenta a su madre, lo que le ha dicho su amiga de la escuela, pero ella con su trabajo de enfermera, le dice que no, que hay que vea el si ayuda o no, pero que ella tiene dignidad y nunca lo hará, porque eso es rebajarse, eso es no tener orgullo. Julia muy satisfecha con la respuesta de su madre decide no tratar mas el asunto y cuando su amiga le hace comentario prefiere ignoralos. Pero Julia no muy convencida que le han quitado el amor de su padre, de vez en cuando le ve de lejos y dice para consigo misma que el cuerpo de su padre compite con una mujer anorexia. Le ve pechito dice ella, mas sin embargo dice que eso será motivo para volver, porque con su madre estaba bien rellenito o gordito.
¿Dónde va el amor? ¿El amor va donde va el deseo? ¿Se pueden tener muchos amores? Con esta historia la cual es 100% verdadera, me quedan mas dudas. El amor abandona lo amado por el deseo. Puede un padre abandonar a sus hijos a su suerte por la otra. En que momento se da esa rotura y no se da cuenta que eso esta pasando. No se quien es el que sufre mas, el que abandona el nido o el que se queda.

Vocabulario: Procuraduría, lugar donde demandan a los hombres por cuotas alimenticias
Puta: Prostituta, persona que tiene sexo por dinero.
Pechito: Persona que según la sociedad es extremadamente delgado.
Toparlo: Ir a demandarlo para que se haga responsable de los gastos económicos de sus hijos.
Rebajarse: Persona orgullosa, que no quiere hacer lo que la ley le permite, pero que la sociedad lo ve como no aceptable.