sábado, 13 de febrero de 2016

Después de un tiempo






Después de un tiempo
(fragmento)
Jorge Luis Borges

Después de un tiempo, uno aprende la sutil di­ferencia entre sostener una mano y encadenar un alma; y uno aprende que el amor no signifi­ca acostarse y que una compañía no significa seguridad, y uno empieza a aprender...

Que los besos no son contratos y los regalos no son promesas, y uno empieza a aceptar sus de­rrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos, y uno aprende a obstruir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es dema­siado inseguro para planes... y los futuros tie­nen una forma de caerse en la mitad.

Y después de un tiempo uno aprende que sí es demasiado, hasta el calor del sol quema. Así que uno planta su propio jardín y decora su propia alma, en lugar de esperar a que alguien le traiga flores, Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno realmente es fuerte, que uno realmente vale, y uno aprende y aprende... y con cada día aprende-
Con el tiempo aprendes que estar con alguien porque te ofrece un buen futuro significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado. Con el tiempo comprendes que sólo quien es capaz de amarte con tus defectos, sin preten­der cambiarte, puede brindarte toda la felici­dad que deseas.

Con el tiempo te das cuenta de que sí estas al lado de esa persona sólo por acompañar tu soledad, irremediablemente acabarás deseando no volver a verla. Con el tiempo entiendes que los verdaderos amigos son contados, y que el que no lucha por ellos tarde o temprano se verá rodeado só­lo de amistades falsas.

Con el tiempo aprendes que las palabras dichas en un momento de ira pueden seguir lastiman­do a quien heriste, durante toda la vida. Con el tiempo aprendes que disculpar cual­quiera lo hace, pero perdonar es sólo de almas grandes. Con el tiempo comprendes que si has herido a un amigo duramente, muy probablemente la amistad jamás volverá a ser igual.
Con el tiempo te das cuenta de que aunque seas feliz con tus amigos, algún día llorarás por aquellos que dejaste ir.
Con el tiempo te das cuenta de que cada expe­riencia vivida con cada persona es irrepetible.
El secreto de la sabiduría, del poder y del conocimiento es la humildad (Hernest Hemingway)